A los 19 años (1985), Hugo López-Asiaín y su hermano Gabi empezaron a fabricar tablas de windsurf de forma artesanal como hobby en el sótano de su casa de Madrid. Su afición por el windsurf les venía de sus veraneos en Santander y de los pantanos de la sierra madrileña donde habitualmente practicaban.
A la vuelta del servicio militar -obligatorio en aquella época- de Hugo (1985), los hermanos empezaron a fabricar también tablas de surf y a venderlas en su círculo de amigos. Su increíble habilidad con las manos pronto les llevó a desempeñar otros trabajos artesanales: pintar motos, cascos, hacer decoraciones en poliéster, rótulos luminosos para discotecas… También las primeras camisetas con lo que pensaron sería un buen nombre para su pequeña empresa en formación: FULL&CAS, denominación que idearon a partir de su perro gran danés (FULL) y el amor platónico de Hugo en la adolescencia (CASilda).
En 1988 Hugo y su hermano se instalan en Santander y, mientras Gabi empieza a trabajar en una empresa de publicidad, Hugo empieza a dedicarse a la fabricación de tablas de surf y skate a tiempo completo en un pequeño taller ubicado en el Barrio de Cajo, por el que pronto empezaría a desfilar la comunidad surfera santanderina.
Dos años más tarde (1990), el negocio se trasladaría a una nave más grande y espaciosa ubicada en el barrio de Monte de Santander y en donde entrarían en juego los primeros trabajadores: Humberto Echagüe “Peto”, Carlos “Surfito”, Gaspar Bezanilla, Jose Serrano, Eduardo López-Dóriga «Chore», Roberto Flores, Javier «Babi» Rubiera, Carlos Álvarez “Eppo” o Juan Antonio Calzada “Coin”, entre otros. Es en esta etapa cuando el negocio comienza a adquirir más filosofía de empresa: se empieza a vender a las tiendas y a anunciarse en las revistas, además de abrir una tienda propia en el centro de Santander: «Billy Willy» (1991-1995).
El 2000 es un año muy importante: el taller se traslada al Polígono Industrial de Cros en Maliaño. Hugo decide comprar una nave propia, cerrada y aún más espaciosa en donde asentar definitivamente los cimientos de una empresa seria y en proyección. Se instala una tienda en Santander y se crea la figura de un gerente: Álvaro Fernández, personaje fundamental en el crecimiento y expansión de Full&Cas.
Era una época de gran desarrollo y evolución del surf. Hugo hacía artículos sobre shapers de renombre para la revista Surfer Rule y, en un viaje a Hawái, pudo entrevistar a Bushman. Éste le habló de una novedosa máquina de control numérico que mecanizaba los preshapes en la que estaba trabajando un surfista e ingeniero brasileño: Luciano Leão. Pidió su teléfono, le llamó y se fue a Brasil a encargarle una.
Hugo ya había hecho alguna demo de mecanizado, pero aquella integración (2001-2002) supuso un increíble avance en la producción. Fue la primera máquina de mecanizado de tablas por ordenador en España y la segunda de Europa, después de Barland en Biarritz.
En 2007 Hugo localiza a un ingeniero italiano, Massimo Morini, especializado en máquinas de mecanizado industrial de tablas de windsurf. Entre los dos dan forma al diseño de una revolucionaria máquina de control numérico que proponía un modelo más abierto de producción y que integraba programas de diseño de tablas en 3D. La máquina se iría perfeccionando a lo largo de los siguientes años.
El 20 de noviembre de 2013 la factoría Full&Cas sufrió un terrible incendio. Sin daños personales que lamentar, el fuego redujo prácticamente a cenizas toda la fábrica y a punto estuvo de suponer el cierre definitivo del negocio. Los siguientes siete meses fueron realmente complicados, con mucho esfuerzo y apoyos importantes de financiación, hasta poder volver a activar la producción. Construida sobre la anterior, la nueva fábrica Full&Cas incorporó nuevas y modernas instalaciones, así como importantes medidas de seguridad hasta convertirse en una de las factorías de fabricación de tablas más modernas de Europa.